domingo, 22 de abril de 2007

Foto Bonaudi + cortos Piroyansky





Todo comenzó el año pasado cuando, no recuerdo bien cómo ni porqué (creo que porque leí algo al respecto en una revistilla que levanté tras una función de Llanto de perro), se me ocurrió ir a ver Kuala Lumpur. Primero una vez. Después dos. Finalmente tres veces. Pero la primera ya me alcanzó para amar al Grupo Sanguíneo y a Gustavo Tarrío. Así que unos meses después –o más bien entre la segunda y la tercera reincidencia en Kuala…- fui a ver Salir lastimado (post). Y, sí señores, ya no cabían dudas, este Tarrío es un genio. Allí, en el Sarmiento, entre las jirafas y el elefante, me enteré de la existencia de algo que se llamaba Foto Bonaudi, y que se vinculaba con la obra porque el tal Bonaudi (Cristian) formaba parte de la misma y sacaba fotos durante la función (entre otros al público, y uno después sale de ahí y se ve escrachado como un boludo contento en su butaca). Contento digo porque Salir lastimado es una pieza fantástica. Pero bueno, es muy de madrugada y la onda era hablar de Foto Bonaudi. Que finalmente pude ver. Ayer. La primera y segunda parte. Hoy se pasó la tercera y la cuarta, pero un compromiso previo con Lucro Cesante me impidió verlas. El viernes que viene allí estaré para la quinta. Y el sábado sale una maratón con la serie completa.
Procedo a explicar un poco de qué viene Foto Bonaudi. Se trata de un documental sobre Foto Bonaudi que fue, durante mucho tiempo, la casa fotográfica más importante de Sunchales. Hoy los dueños originarios ya están muertos, y sólo uno de los descendientes –Cristian- continúa la herencia familiar. Como en toda familia, la plata es eje de desencuentros: algunos familiares quieren vender el negocio y hacerse de su parte, y otros están de acuerdo con que quede en manos de Cristian y siga funcionando. Ese es el conflicto del documental de Tarrío. Y sin embargo hay tanto más. Hay una sólida historia y unos entrevistados simpáticos y amenos, pero también hay una mirada inteligente de la cámara y un relato que se estructura de una manera apasionante y apasionada. Se respira en las imágenes el ritmo del pueblo chico, de las cosas viejas, de la herencia, de la casa familiar; la nostalgia de lo que ya no está y de lo que no se quiere perder (perder de nuevo, perder para siempre). Las fotografías tomadas por generaciones de Bonaudis son esenciales en la recreación de esta atmósfera. Son mágicas, perfectas; nos hacen viajar en el tiempo.
Es difícil hacer un documental que combine historia y poesía. Tarrío, en Foto Bonaudi, lo hace. Y eso no tiene precio. Hay imágenes perfectas que se quedan grabadas en la retina, como la del agua jabonosa fluyendo sobre las baldosas del patio. Y tantas otras.
En fin, Foto Bonaudi es excelente. Y se puede ver aún, el viernes y sábado que viene, a las 23 en El Cubo.

Allí mismo se puede ver una tríada de cortos de Martín Piroyansky que inventó (y lo cito) “un festival de cortos de Bélgica y filmé tres cortos. Los tres ganadores: uno de Estados Unidos, otro de Ucrania y otro argentino.” Y es, sencillamente, tan gracioso como suena. Al menos el primero de ellos, “Marijuana” que vi el viernes. Se trata de un corto apócrifo de un grupo de adictos recuperados en una granjita yanqui que se mandan con una propaganda contra el faso digna de las autoridades “competentes” en el área. Vedlo y cagadse de la risa; esa es la fórmula.


2 comentarios:

caja_de_zapatos dijo...

su resumen perfectoo
ya lo voy a robar y subirlo en mi flog por estos días.
Quiero saber que es de la vida de los chicos estos tan talentosos que estan en reabilitacion jajaj.


Besos
el martes ire al teatro?
jajja
besooo (otro)

caja_de_zapatos dijo...

http://www.myspace.com/mikamyspace




Grace Kelly ruleaa