jueves, 26 de abril de 2007

Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia


Si para algo sirve Lucro cesante es para brindarnos un poco de tranquilidad: no somos las únicas que nos vemos sumidas en un grupo de amigas bien freaks y losers.
Amanda, Samantha y Wanda se van juntas de vacaciones a la costa. Dos se conocen desde siempre, la otra es compañera de trabajo de una de ellas. Perdedoras hasta decir basta, enfermas, inaguantables, cada una con sus tics, idiosincrasias y obsesiones: la convivencia comienza a tornarse insoportable.
La trola, la santa y la que quiere estar de un lado pero lentamente se pasa para el otro. La “superada” que se obsesiona con un chico que le dio bola pero sólo para pasar el rato. La que se reinventa por fuera en un intento desesperado de cambiar por dentro. La que pone el grito en el cielo ante el menor quiebre de su ordenado sistema de ideas y pensamientos.
Julieta Zylberberg, Violeta Urtizberea y Luciana Lifschitz están fantásticas. Sus actuaciones se complementan a la perfección generando un coro afinado e hilarante (y esto deja de ser metafórico cuando los tres personajes estallan en un apasionado canto).
Vale la pena verla para divertirse un rato y para darse cuenta que una no está tan sola y que lo patético de nuestra existencia es, tal vez, irremediable.
¡Y corran, porque sólo hay tiempo hasta el sábado 5!

* Lucro cesante se puede ver los sábados 28 de abril y 5 de mayo a las 23:30 en el Abasto Social Club, Humahuaca 3649.

miércoles, 25 de abril de 2007

Desborde, desenfado, desenfreno


Ayer fui a ver Los padres terribles.

Y ¡guau!, la distancia con Los mansos es garrafal. Al nivel de las emociones me refiero: el Camarín es tan chiquito y tan cálido y uno está tan ahí encima, en medio de todo, y lo que pasa es tan fuerte y tan pesado que uno -yo al menos- sale siempre medio aturdido, no importa cuántas veces haya ido a verla previamente. El Cubo es gigante y el escenario es "de en serio" y los actores están lejos y desde una extravagante ironía se mueren porque nos ríamos (y lo consiguen a cada momento).

Para mi sorpresa: ¡había más gente en la obra, che! ¡Posta, boludo! Era como decían las malas lenguas. Por ejemplo, estaba Mirta Busnelli, que la rompe. Grossa mal, el escenario es suyo. Y están Machín y Frenkel y Alché, geniales todos ellos. Y bueno, claro, también está él (él es Nahuel Pérez Biscayart, aclaro, como si hiciera falta). ¿Qué quieren que les diga? Me mandé una descripción de su labor en la obra de la puta madre en el comentario que vamos a publicar en Alrededores (http://www.alrededoresweb.com.ar/), así que van a tener que esperar al 1° de mayo para leerlo. Sólo les adelantaré que contiene palabras clave como: "agitación", "220 voltios" y "esencia keatoniana". Si quieren saber más lean.

Y como no voy a escribir dos veces lo mismo, los dejo con un ínfimo fragmento de lo que van a poder leer pronto en la revista:

"Hoy nadie pensaría que Los padres terribles es inmoral y, sin embargo, la arriesgada puesta de Alejandra Ciurlanti mantiene el espíritu que en su momento quiso otorgarle Cocteau. Por fuera de las fórmulas tradicionales, Ciurlanti busca lo inédito, sacude con el desenfado de un jazz el anquilosamiento de la escena más convencional. Se juega el todo por el todo en una propuesta que le escapa a los casilleros, que se mueve, ágil e inquieta, por diversos tonos y registros. Para esto cuenta con una ayuda incalculable: un grupo de actores sumamente versátil y talentoso, que la sigue con fidelidad por esos pasillos inciertos que traza su puesta."

*Más, muy pronto, en http://www.alrededoresweb.com.ar/ (jajajaja! ni que fuéramos Harry Potter con tanto adelanto!!!! además, esto sólo lo leen 2 gatos locos que ya leyeron lo que escribí!!!!!)

martes, 24 de abril de 2007

Yo estoy al derecho, dado vuelta estás vos

Las cosas más insólitas –pero las más insólitas posta- están sucediendo a mi alrededor. También eran previsibles, por supuesto, pero a uno cada tanto le agarra un arranque de optimismo y piensa que no, no, nada de eso va a suceder.

De tan trágicas, son graciosas, aunque en este instante no encuentro música que me saque de este estado. Lo probé todo: noventoso bizarro, música de cuando éramos tan jóvenes (no me limité con probar con El Otro Yo, sino que le entré de lleno al Esencia de Ray), melanco, optimista, y nada, nada funciona. Sigo igual.

Probé escribir también, pero no sale. No fluye nada, estoy en un estado de estancamiento. Tan mal que ni siquiera puedo explicarlo.

Expresión de deseo

Quiero que todo me chupe un huevo.

domingo, 22 de abril de 2007

Foto Bonaudi + cortos Piroyansky





Todo comenzó el año pasado cuando, no recuerdo bien cómo ni porqué (creo que porque leí algo al respecto en una revistilla que levanté tras una función de Llanto de perro), se me ocurrió ir a ver Kuala Lumpur. Primero una vez. Después dos. Finalmente tres veces. Pero la primera ya me alcanzó para amar al Grupo Sanguíneo y a Gustavo Tarrío. Así que unos meses después –o más bien entre la segunda y la tercera reincidencia en Kuala…- fui a ver Salir lastimado (post). Y, sí señores, ya no cabían dudas, este Tarrío es un genio. Allí, en el Sarmiento, entre las jirafas y el elefante, me enteré de la existencia de algo que se llamaba Foto Bonaudi, y que se vinculaba con la obra porque el tal Bonaudi (Cristian) formaba parte de la misma y sacaba fotos durante la función (entre otros al público, y uno después sale de ahí y se ve escrachado como un boludo contento en su butaca). Contento digo porque Salir lastimado es una pieza fantástica. Pero bueno, es muy de madrugada y la onda era hablar de Foto Bonaudi. Que finalmente pude ver. Ayer. La primera y segunda parte. Hoy se pasó la tercera y la cuarta, pero un compromiso previo con Lucro Cesante me impidió verlas. El viernes que viene allí estaré para la quinta. Y el sábado sale una maratón con la serie completa.
Procedo a explicar un poco de qué viene Foto Bonaudi. Se trata de un documental sobre Foto Bonaudi que fue, durante mucho tiempo, la casa fotográfica más importante de Sunchales. Hoy los dueños originarios ya están muertos, y sólo uno de los descendientes –Cristian- continúa la herencia familiar. Como en toda familia, la plata es eje de desencuentros: algunos familiares quieren vender el negocio y hacerse de su parte, y otros están de acuerdo con que quede en manos de Cristian y siga funcionando. Ese es el conflicto del documental de Tarrío. Y sin embargo hay tanto más. Hay una sólida historia y unos entrevistados simpáticos y amenos, pero también hay una mirada inteligente de la cámara y un relato que se estructura de una manera apasionante y apasionada. Se respira en las imágenes el ritmo del pueblo chico, de las cosas viejas, de la herencia, de la casa familiar; la nostalgia de lo que ya no está y de lo que no se quiere perder (perder de nuevo, perder para siempre). Las fotografías tomadas por generaciones de Bonaudis son esenciales en la recreación de esta atmósfera. Son mágicas, perfectas; nos hacen viajar en el tiempo.
Es difícil hacer un documental que combine historia y poesía. Tarrío, en Foto Bonaudi, lo hace. Y eso no tiene precio. Hay imágenes perfectas que se quedan grabadas en la retina, como la del agua jabonosa fluyendo sobre las baldosas del patio. Y tantas otras.
En fin, Foto Bonaudi es excelente. Y se puede ver aún, el viernes y sábado que viene, a las 23 en El Cubo.

Allí mismo se puede ver una tríada de cortos de Martín Piroyansky que inventó (y lo cito) “un festival de cortos de Bélgica y filmé tres cortos. Los tres ganadores: uno de Estados Unidos, otro de Ucrania y otro argentino.” Y es, sencillamente, tan gracioso como suena. Al menos el primero de ellos, “Marijuana” que vi el viernes. Se trata de un corto apócrifo de un grupo de adictos recuperados en una granjita yanqui que se mandan con una propaganda contra el faso digna de las autoridades “competentes” en el área. Vedlo y cagadse de la risa; esa es la fórmula.


viernes, 20 de abril de 2007

Más sabiduría Urondo (y todavía me falta la mitad del libro)

Es difícil perder el tiempo
o ganarlo. Es difícil ser torpe. Tener ocasiones en la vida.
Hay que actuar con naturalidad, ser espotáneo,
estar muy loco o muy decidido.

(fragmento de "Escola do samba" - Paco Urondo)

Los padres terribles


Hoy estrenó "Los padres terribles", en el Cubo.

Yo recién la voy a ver el martes (sí, adivinaron, me carcome la ansiedad). Así que recién entonces voy a dar mi parecer.

¿El elenco?: ¡Nahuel Pérez Biscayart!... ah... y sí... dicen por ahí que también trabajan Mirta Busnelli, Luis Machín, Noemí Frenkel y María Alché.


Copio algo que encontré por ahí acerca de la génesis de esta obra de Jean Cocteau:


En 1938 Jean Cocteau escribió Los Padres Terribles para su amante de entonces, el actor Jean Marais, durante una prolongada sesión de opio de ocho días. El tratamiento irreverente de un tema taboo como el amor obsesivo entre una madre y su hijo, tomando las convenciones y cliches del vaudeville (infidelidad, adulterio, confusión de identidades) para crear una farsa feroz e hilarante, produjo la inmediata reacción del Consejo Municipal de París que procedió a cancelarla por inmoral inmediatamente después de su estreno, ese mismo año.

lunes, 16 de abril de 2007

Como bola sin manija

Finalmente hice de tripas corazón y desembolsé los 43 pesitos que me separaban de la "Obra poética" de Paco Urondo. Creo que no leía poesía -así, tanta, toda junta- desde que tenía 13, 14, 15 años y me embriagaba con los Inventarios. Por momentos siento que me cuesta decantarla, absorberla, hacerla mía, del todo, como en aquella época. Y otros momentos me sorprenden releyendo una y otra vez las mismas líneas hasta que descubro que este hombre, como antes aquel otro, dice un poco las cosas que me pasan, sólo que mejor que yo.

Les dejo una que me encantó y me viene (obvio, y se darán cuenta desde el mismo título) como anillo al dedo.

Como bola sin manija - Francisco Urondo

puedo ir para un lado
puedo ir para otro lado
encontrar estuarios pálidos cisnes quietos
buques mansos que como a las nubes
me llevan de un lado para otro lado

puedo dar con lugares apacibles
o sombras excitantes
la primera piel de una mujer
el aroma de una mujer el sonido de una fiesta
puedo beber de cierto cuidado y enfermarme levemente
y sentir en las sábanas el olor del sol

puedo llegar a tener suerte en el juego y en la vida
puedo cambiar de vida y de nombre
puedo peinarme de otra manera
y vestir como nunca lo hice

puedo sorprender
ser irascible o piadoso
comprensivo con las mujeres
o despiadado con sus increíbles sentimientos

puedo como antaño volver a enamorarme
puedo padecer por un vago recuerdo
o tirar todo por la borda
o no soportar la memoria

–hoy te he recordado vagamente–

puedo reír y cantardivertir a la gente
y esperar a que todos estén completamente locos
y ya no parezca tan divertido

puedo envejecer y enmudecer para siempre
y decir palabras sin mayor fundamento
puedo gozar de placeres fáciles y complicados

–eras alta antes de conocerte
y hoy no he recordado tu nombre
y pienso que otro día podré humillarlo–

puedo tener rasgos bondadosos
arranques de conmovedora caridad
puedo echarme a perdero tener más hijos como si ofreciera
el más estupendo y bonito de los mundos posibles

puedo ambicionar una amplia fortuna
hasta puedo trabajar o pensar en el as de oro
o seducir a una adolescente frágil-como-un-pétalo-de-agosto

puedo hacer viajes exóticos morder la espesura de un follaje
jugar mi vida por unos diamantes impuros
o por lánguidos ojos saturados de sabiduría

puedo emborracharme aquí o en el extranjero
y caer exhausto en la turgencia de un muslo
o en el filo de una dudosa alcantarilla

puedo investigar o escribir luminosos párrafos
que abrirían por sí el futuro
puedo ser un intelectual responsable o desaprensivo
firmar o no firmar traicionar o jugar a la lealtad

puedo ser adorado
puedo ser odiado
tener amantes
distintas en su belleza singulares en sus caprichos
o no tener a nadie
y no guardar un solo recuerdo

puedo rechazar la ternura
o mendigarla como hace unas horas
puedo vivir alternativas viejas o recientes
fáciles y peligrosas

puedo elegir mi destino
aunque no sepa darle forma adecuada
ni por dónde empezar

puedo imaginar el tiempo que desconozco
luchar por esa o por otra dulce aspiración
puedo olvidar

–hoy no he podido recordar tu nombre–

de la memoria puedo imaginar las interminables apuestas
y sus mañas de vieja tramposa
puedo no pensar en que distribuye los signos
de ese futuro tangible y ajeno

domingo, 15 de abril de 2007

Aniversario


Hoy hace un año que ví "Glue" por primera vez.


Y este año no me enamoré en el bafici.


Lo cual es muy triste.


Por eso recuerdo glorias pasadas.


Un aplauso para Alexis Dos Santos, que no sólo hizo esta película entrañable (que... ¿ya se estrenará?), sino que me dió una entrevista decente durante el bafici (cosa que este año no conseguí... alguien que se sentara calmo y con tiempo a hablar para una nota de unas cuantas páginas) y después me dió otra, porque sí.


Brindo por "Glue" y por toda la gente copada y hermosa que la hizo posible.


(se me piantó un lagrimón)

viernes, 6 de abril de 2007

Autoejecución


La única persona que me hace mal, soy yo misma.


No paro de lastimarme.


Salir lastimado...


es inevitable supongo, pero lo mío ya es un vicio.


(y sí, el dibujo es mío)

lunes, 2 de abril de 2007

¿y el "you and me and five bucks"?


Mi papá se queda dormido con la tele al máximo volumen sintonizada en los canales más insólitos. No sé qué canal es el afortunado esta noche, pero a mis oídos llega una canción. Una estrofa que me hace volver atrás en el tiempo:

Me puedo estimular con música y alcohol
Pero me excito más
Cuando es con vos
Siento todo irreal

“Cuando es con vos, siento todo irreal”… ¡Qué tiempos aquellos! Me acordé del bar y del café y de la cerveza. De todos los bares, de todos los cafés y de todas las cervezas. De todos esos momentos… tardes, noches, trasnoches… en las que una simple persona podía hacer que todo se sintiera irreal… cuando yo tenía mi “you and me and five bucks”. “Vos, yo, café, buena conversación”. Extraño eso, y no entiendo por qué tiene que ser algo del pasado. ¿Crecí? ¿Demasiado? ¿Me puse vieja?

A vos, a todos los vos (los dos vos), los perdí… en el tiempo…con el tiempo. Y creo que tal vez no serían capaces de volver a hacer que todo se sintiera irreal (estoy segura que no). Pero… ¿por qué no puedo encontrar un vos nuevo que haga que todo se sienta irreal? Otro bar, otro café, otra cerveza, otra conversación que me haga despegar.

Sí, puede ser que haya crecido. Al fin y al cabo el bar y el café y la cerveza y la conversación nunca me llevaron a ningún lado. Y, al mismo tiempo, me llevaron a tantos lugares, que no podría siquiera intentar, ahora, presurosa, recrear el recorrido.

Quiero.

Vos.

Yo.

Café.

Cerveza.

Buena conversación.

Creo…

Todavía creo…

domingo, 1 de abril de 2007

Querer

Quiero querer algo...

lógico...

y animarme...