Hoy en el tren empecé a leer La gaviota, de Anton Chéjov, en una de esas ediciones de las mesas de las librerías de Corrientes. En este caso, una gallega, de tapas duras, publicadas para la venta con un periódico. Este es un fragmento del prólogo, de un tal Álvaro del Amo. Se refería, obviamente, a la dramaturgia de Chéjov pero, sin saberlo, también hablaba de mí.
Acá estoy, en una situación de tránsito, en la tensión entre el pasado y el futuro, atorada en una rara inmovilidad.
...
Experimento.
No voy a hacerle caso a la gastroenteróloga. No voy a ir al psicólogo. No voy a tomar antidepresivos.
Busco respuestas en otros lados.
Escribo más que nunca.
Tomo clases de teatro (cuak).
Interrogo cosas nuevas.
Quise empezar un diario a fines de noviembre del año pasado. No prosperó. He aquí un nuevo intento, parecido pero diferente.
No sé si algún día voy a encontrarme.
Pero ahora por lo menos sé que me estoy buscando.
4 comentarios:
Hola Anita!! Te felicito por la iniciativa!! Prometo pasar seguido para leerte, que como siempre te digo es un placer!!
Besotes!
Arriba!!!
Arriba!!!
Arriba!!!
y yo tambien tengo blog...
en realidad tengo uno hace mucho pero es de una pag española.
Hace unos días me hice este y me sentia muy sola, ahora esta el tuyo :)
jaja besos.
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